¿Cómo la industria de la moda está llenando y contaminando nuestros océanos?
Las prendas de moda rápida, que normalmente se usan menos de 5 veces, producen un 400% más de emisiones de carbono que las prendas que se usan 50 veces. Y el periodo navideño es uno de los peores infractores: el año pasado se gastaron 3.500 millones de libras en ropa para fiestas navideñas solo en el Reino Unido, lo que dio lugar a que 8 millones de prendas acabaran en vertederos.
A nivel mundial, la industria de la moda es la segunda más contaminante después del sector del petróleo y el gas. Responsable de 1.200 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año, cada hogar del Reino Unido, como resultado de su consumo de ropa, produce las emisiones equivalentes a conducir un automóvil moderno durante 9.600 kilómetros.
Esta cifra aumentará a 120 mil millones de metros cúbicos y 48 millones de piscinas olímpicas en 2030. Se necesitan 2.700 litros de agua para producir una sola camiseta, suficiente para proporcionar agua potable a una persona durante 2,5 años, y 10.000 litros para producir un par de vaqueros.
Además, el 20% de toda la contaminación hídrica industrial mundial es causada por la producción de prendas de vestir: solo los procesos de teñido y cultivo utilizan más de 800 productos químicos.
Industria del algodón
Aunque el algodón solo se cultiva en el 3% de las tierras agrícolas del mundo, es responsable del 16% del uso mundial de insecticidas y del 25% del uso mundial de herbicidas.
Estos productos químicos se absorben en los suelos y se vierten en los cursos de agua, lo que genera efectos negativos generalizados debido a que la mayoría son tóxicos, bioacumulables, alteran las hormonas o son cancerígenos.
The True Cost es un documental que pone de relieve estos problemas, llamando la atención sobre el caso de un agricultor de algodón estadounidense que murió prematuramente como resultado de un tumor cerebral o graves defectos de nacimiento que son comunes entre los hijos de los agricultores de algodón de la India.
El impacto que la industria de la moda está teniendo en nuestro planeta y nuestros océanos. Es crucial que enseñemos a nuestros hijos sobre lo que está ocurriendo y cómo su seguimiento de modas pasajeras está contribuyendo a la destrucción de nuestro entorno.
¿Cómo llegaron algunas playas de Ghana a esta situación?
Un equipo de investigadores de África Oriental, visitó la capital costera de Ghana y lo que encontraron fue más que impactante. Las preguntas clave que se hicieron fueron: ¿cuánta ropa llegaba aquí?, ¿por qué tanta se tiraba en ríos y playas?, y ¿quién era responsable?
El equipo sabía que la impactante cifra de 50 millones de prendas de segunda mano llegan a Ghana cada semana. El año pasado, visitaron Canto, donde toneladas de ropa de segunda mano llegan todos los días, y descubrieron que hasta medio millón de prendas de desecho del mercado terminan en espacios abiertos y vertederos finales cada semana.
Los vendedores del mercado compran fardos de ropa importada internacionalmente, la mayoría de las cuales son de mala calidad. Para muchas personas, han invertido todos los ahorros de su vida en este negocio y es triste que puedan comprar un fardo, abrirlo y encontrar que la mayoría de las cosas no se pueden vender. Normalmente, los fardos son malos y las prendas malas son muchas más que las buenas. Quieren mejores.
El equipo también visitó vertederos informales, escalando montañas de desechos textiles donde recolectaron muestras y realizaron pruebas infrarrojas en ellas para ver de qué estaban hechas principalmente estas prendas. Sorpresa, sorpresa, están hechas predominantemente de plástico.
La investigación encontró que algunas de estas prendas también se queman como combustible para calentar agua en lavaderos públicos, lo que lleva a niveles de contaminación del aire que superan con creces los valores guía europeos en casi 200 veces.
Elena y su equipo concluyeron que no se puede quedar de brazos cruzados y dejar que esta injusticia continúe. Para solucionar esto, creen que el gobierno de Ghana debe prohibir la importación de desechos textiles muertos o ropa inútil del Norte global inmediatamente.
Todos debemos pedir mecanismos para hacer que los contaminadores y las empresas textiles paguen por el daño ambiental y de salud que causan. África no es un basurero.
Me pregunto si las empresas de moda están trabajando en la economía circular y si realmente están abordando el problema. La realidad es alarmante: producimos 100 mil millones de piezas de ropa al año, y solo el 1% se recicla. No podemos simplemente reciclar para salir de este problema; algo mucho más sustancial debe suceder.
La situación actual es como barrer el polvo bajo la alfombra.
Necesitamos cambiar la mentalidad de “fuera de la vista, fuera de la mente” a “lo que va, vuelve”.
La moda rápida no solo está llenando los vertederos y contaminando nuestros océanos con microplásticos, sino que también está contribuyendo significativamente a las emisiones de carbono y al agotamiento de los recursos hídricos.
Es hora de que todos, desde los consumidores hasta los grandes conglomerados de moda, tomen medidas decisivas. Necesitamos un cambio hacia modelos de negocio circulares que prioricen la reutilización, el reciclaje y la reducción de residuos. Solo así podremos asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
Nosotros Podemos hacer algo diferente para ayudar a la industria de la moda
- Educación y Concienciación: Las campañas de marketing pueden educar a los consumidores sobre el impacto ambiental de la moda rápida y la importancia de tomar decisiones sostenibles. Al aumentar la conciencia, los consumidores pueden ser incentivados a comprar de manera más responsable.
- Promoción de Productos Sostenibles: Las marcas pueden utilizar el marketing para destacar sus líneas de productos sostenibles, como ropa hecha de materiales reciclados o producida mediante procesos ecológicos. Esto no solo atrae a consumidores conscientes del medio ambiente, sino que también establece un estándar en la industria.
- Transparencia y Responsabilidad: Las campañas de marketing pueden enfatizar la transparencia en la cadena de suministro, mostrando a los consumidores cómo y dónde se fabrican los productos. Esto puede fomentar prácticas más éticas y sostenibles en toda la industria.
- Fomento de la Economía Circular: El marketing puede promover modelos de negocio circulares, como la reventa, el alquiler y la reparación de ropa. Al cambiar la narrativa de “comprar y desechar” a “reutilizar y reciclar”, se puede reducir significativamente el desperdicio.
- Incentivos para el Reciclaje: Las marcas pueden utilizar el marketing para ofrecer incentivos a los consumidores que reciclan su ropa vieja, como descuentos en futuras compras. Esto puede aumentar las tasas de reciclaje y reducir el desperdicio textil.
- Colaboraciones y Alianzas: Las campañas de marketing pueden destacar colaboraciones con organizaciones ambientales y otras marcas sostenibles. Estas alianzas pueden fortalecer la credibilidad de la marca y aumentar el impacto positivo en el medio ambiente.